El feticidio selectivo consiste en la reducción de uno o más fetos de un embarazo múltiple debido a anomalías genéticas o malformaciones congénitas identificadas en ecografías o pruebas como la amniocentesis.
Los casos más habituales son los de feticidio selectivo gemelar, en los que se elimina el feto enfermo y se deja que el feto sano continúe su desarrollo.
Al contrario que la reducción embrionaria, el feticidio selectivo se realiza en un estado más avanzado del embarazo, al final del segundo trimestre o principio del tercer trimestre, cuando los padres han obtenido los resultados de todas las pruebas de diagnóstico prenatal. Otra diferencia es el motivo por el cual se decide eliminar el feto, ya que en el feticidio selectivo lo que se pretende es evitar el nacimiento de un bebé enfermo.