El parto inducido se produce cuando, por distintos motivos, es necesario provocar el parto mediante medicación. Se realiza cuando, por indicación médica, se recomienda poner fin al embarazo ante la posibilidad de riesgo tanto para la madre como para el feto.
La embarazada recibe por vía intravenosa oxitocina, lo cual causará contracciones uterinas regulares que favorecerán la dilatación del útero y con ello la expulsión del feto.
También hay situaciones en las que se realiza, además de la administración de oxitocina, la rotura artificial de la bolsa amniótica. Así, conseguimos que la cabeza del bebé baje y presione el cuello uterino.
Puedes leer el artículo completo en: El parto: preparación, tipos y posibles complicaciones ( 84).
Puedes leer el artículo completo en: ¿Por qué se utiliza la hormona oxitocina para estimular el parto? ( 45).
Andrea Rodrigo
Licenciada en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) con Máster Universitario en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida, impartido por la Universidad de Valencia en colaboración con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI). Postgrado de Experto en Genética Médica.