Lo ideal para realizar una transferencia embrionaria tras un ciclo de FIV es que el endometrio alcance un grosor de unos 8 mm y presente un aspecto trilaminar por ecografía.
No obstante, un grosor endometrial de 8 mm no garantiza que el embrión vaya a implantar. De igual forma, también es posible la gestación con endometrios más delgados, a pesar de que estos endometrios dan lugar a tasas más bajas de embarazo.
Puedes leer el artículo completo en: ¿Por qué es importante el endometrio en reproducción asistida? ( 179).
Silvia Azaña Gutiérrez
Graduada en Biología Sanitaria por la Universidad de Alcalá y especializada en Genética Clínica por la misma universidad. Máster en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida por la Universidad de Valencia en colaboración con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI).
Número de colegiada: 3435-CV