Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos habla en este vídeo acerca de las diferentes hormonas que se pueden medir para evaluar la reserva ovárica en la mujer:
Otras hormonas que también pueden ser evaluadas en el estudio de la reserva ovárica son la hormona folículo estimulante y la inhibina B., aunque es cierto que, actualmente, tienen más importancia el recuento de folículos antrales y la hormona antimulleriana.
A medida que aumenta la edad de la mujer y que la reserva ovárica disminuye, los niveles de hormona FSH en condiciones basales se incrementan. Esto es debido a que hay una menor producción de hormonas ováricas inhibitorias, lo que permiten el aumento de esta FSH.
Los niveles de FSH, por tanto, se deben medir en condiciones basales (normalmente entre el segundo y el cuarto día del ciclo menstrual) y además es habitual realizarlo junto a una determinación de los niveles de estradiol.
De modo general, un nivel de FSH superior a 10.000 mUl/mL, indicarían una baja reserva ovárica. Si los niveles son superiores a 20 mUl/mL, ya estaríamos más próximos a la menopausia.
Por otro lado, los valores normales del estradiol al inicio del ciclo deben ser inferiores a 40 pg/mL.
La inhibina B es una glicoproteína producida por las células de la granulosa de los folículos ováricos. Los niveles de inhibina B son inversamente proporcionales a los de FSH, ya que la inhibina B suprime la liberación de FSH. Entonces, cuando la inhibina B va disminuyendo a medida que aumenta a la edad de la mujer, la pérdida de este efecto inhibidor (ya que hay menos inhibina B) va a permitir que los valores de FSH aumenten. Por tanto, unos niveles en condiciones basales menores a 35 o 45 pg/mL de inhibina B, pues podrían ser de mal pronóstico, ya que podrían estar relacionados con alteraciones en la reserva ovárica.