La listeriosis es provocada por Listeria monocytogenes, que se transmite a través de alimentos contaminados y produce fiebre y un cuadro pseudogripal.
Los productos más frecuentemente contaminados y con los que la gestante debe tener especial cuidado son los cárnicos precocinados, la leche y/o productos lácteos no pasteurizados, y los mariscos.
Se recomienda cocinar los alimentos crudos de origen animal (carne, pescado...) a temperaturas elevadas (> 50ºC) y evitar beber leche sin tratamiento térmico. Lavar cuidadosamente los alimentos que se consumen crudos (verduras, hortalizas, frutas...). Lavarse las manos después de manipular alimentos crudos y lavar los utensilios de cocina después de manipular alimentos crudos y antes de utilizarlos con alimentos ya cocinados.
No mezclar en la nevera los alimentos crudos y los alimentos cocinados o listos para consumir y limpiar a menudo la nevera.
Una vez abiertos, no conservar demasiado tiempo los productos de charcutería que requieran conservación en nevera (jamón de York, embutido de pavo, lengua de cerdo, gelatina…).
Los restos alimentarios y los platos precocinados deben ser recalentados cuidadosamente (> 50ºC) antes de su consumo.