Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos habla de las consecuencias de tener mucho líquido amniótico:
La alteración en la que el saco amniótico posee una cantidad excesiva de líquido amniótico se denomina. Este trastorno ocurre aproximadamente en el 1,2% de embarazos. El polihodramnios suele ser leve. No obstante, si es severo o si aparece pronto en el embarazo, hay un mayor riesgo de que surjan algunas complicaciones.
Las principales causas de que el líquido amniótico se encuentre aumentado pueden estar relacionadas tanto con la madre como con el bebé y pueden ser: diabetes gestacional, embarazo múltiple, anemia del bebé como por ejemplo la producida por problemas de incompatibilidad RH, trastornos o anomalías gastrointestinales del sistema urinario o en el sistema nervioso del bebé e infecciones fetales.
No obstante, las causas permanecen desconocidas aproximadamente en la mitad de los casos de polihidramnios. Pese a que el polihidramnios puede ser asintomático, la mujer puede notar síntomas como cierta dificultad para respirar o falta de aire especialmente si el polihidramnios es severo. Esto es debido a que el útero se ve agrandado lo que presiona el diafragma y otros órganos de la madre.
Además, la mujer también puede sentir contracciones uterinas dolorosas e inflamación e hinchazón en las piernas. Pese a que el especialista puede sospechar el polihidramnios si el útero es más grande de lo que corresponde al momento de la gestación, el diagnóstico se realiza con el cálculo del índice de líquido amniótico que debe ser mayor o igual a 25.
Una vez establecido el diagnóstico, se le realiza a la mujer las pruebas que el especialista considere oportuno para tratar de averiguar las causas del polihidramnios como una prueba para descartar la diabetes gestacional o la isoinmunización materna. Además, el especialista querrá hacer un seguimiento de la evolución del polihidramnios, por lo que la embarazada asistirá a controles con frecuencia.
En cuanto al tratamiento de este exceso de líquido amniótico, va a depender de la causa si es conocida, de la cantidad de líquido amniótico y del momento del embarazo en el que se encuentre la mujer. Por ello, en el caso de que se haya identificado la causa del polihidramnios se realizará el tratamiento adecuado de esta.
En algunos casos se planteará hacer un amniodrenaje (especialmente, si el polihidramnios es severo o si la madre presenta sintomatología grave). Esta intervención consiste en realizar una aspiración de líquido amniótico con el fin de reducir su volumen. Por otro lado^, es posible el uso de ciertos medicamentos para disminuir la cantidad de orina del bebé y, por tanto, el volumen de líquido amniótico. No obstante, estos fármacos se utilizan en ocasiones limitadas por los efectos adversos que pueden tener sobre el bebé.
Finalmente, el especialista también valorará el momento más adecuado para el parto.
