Como hemos comentado en el artículo, la inseminación artificial es sencilla y es muy poco probable que cause problemas. No obstante, implica un proceso previo de estimulación ovárica que puede derivar en consecuencias negativas como el embarazo múltiple, más arriesgado que el único, o el síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO) debido a la respuesta excesiva a la medicación.
También pueden darse casos de alergias o infecciones.
En cualquier caso, la técnica es segura y los controles que se realizan reducen al mínimo la probabilidad de riesgo.
Puedes leer el artículo completo en: ¿Qué riesgos o consecuencias puede tener la inseminación artificial? ( 306).

Andrea Rodrigo
Licenciada en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) con Máster Universitario en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida, impartido por la Universidad de Valencia en colaboración con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI). Postgrado de Experto en Genética Médica.