El doctor Pascual Sánchez Martín, Responsable del Área Médica de los centros Ginemed, nos da la respuesta en este vídeo:
Llamamos incompatibilidades genéticas aquellos casos donde somos portadores de alguna enfermedad que necesita que los dos genes que vamos a darle al embrión estén afectos para que la enfermedad se manifieste. Si solo la tenemos en un gen, el otro suple la labor y el embrión está normal. Los padres van a ser normales, pero podemos tener un embrión que esté afecto de una enfermedad. Esto es lo que llamamos incompatibilidad genética. Los dos padres padecen una mutación en uno de los genes de una enfermedad y si los dos le pasan la mutación al hijo, el hijo no va a tener ningún gen sano y sí va a tener la enfermedad. Entonces esos padres son incompatibles genéticamente porque pueden ocasionar hijos enfermos. En estos casos, hacemos pruebas para ver si hay algún tipo de incompatibilidad y si hay algún tipo de incompatibilidad, ofrecemos a la pareja hacer alguna prueba en laboratorio al embrión para saber si los embriones que hemos generados en el laboratorio han heredado los dos genes afectos y van a estar enfermos y en ese caso no los usaremos, o van a ser portadores como sus papás y sí los usaremos en ese caso o están los dos libres, entonces es un embrión sano que evidentemente usaremos.