Silvia Azaña, embrióloga de Reproducción Asistida ORG, nos habla en este vídeo acerca de los síntomas normales en la semana 35 de embarazo. Tal y como nos cuenta Silvia:
En la semana 35 de embarazo, la futura mamá puede sentir una fuerte presión debido a que el bebé ha podido comenzar a colocarse y encajarse entre los huesos pélvicos. Esta molestia, incluso, puede extenderse hasta la vagina en forma de calambres y esta misma presión hará que la embarazada tenga ganas de orinar con mucha frecuencia.
Del mismo modo, es posible que el estreñimiento se vea acentuado, pudiendo llevar a la aparición de hemorroides. Para evitarlo, es importante que la embarazada beba la cantidad suficiente de agua y tome alimentos ricos en fibra.
Además, otros síntomas y molestias, que es posible que la embarazada ya tuviera antes de la semana 35, pueden aumentar. Entre ellos, se encuentra:
- Dolor de espalda.
- Dolor de cabeza.
- Acidez y reflujo.
- Retención de líquidos y dolor e hinchazón en piernas y pies.
- Estrías en abdomen y mamas.
- Varices.
- Insomnio y dificultades para dormir.
- Contracciones de Braxton Hicks, que llevan a que la embarazada note la barriga dura. Estas contracciones son diferentes a las del parto porque no aparecen a intervalos regulares ni aumentan en intensidad. Si la gestante presenta contracciones regulares, podría ser una amenaza de parto prematuro.
Por otro lado, debido al tamaño que ya ha alcanzado, el bebé tiene cada vez menos espacio para moverse. Por ello, puede ser que la mujer note menos movimientos del bebé en la semana 35 de embarazo, pero estos pueden notarse más intensos.