Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta en este vídeo qué son los hematomas intrauterinos y los diferentes tipos que existen:
Los hematomas intrauterinos en el embarazo son coágulos de sangre acumulados entre la placenta o el tejido coriónico y el revestimiento interno del útero. La aparición de estos hematomas puede comprometer el desarrollo fetal y dar lugar a un aborto espontáneo en el peor de los casos.
Sin embargo, la mayoría de veces la sangre coagulada es reabsorbida con el paso de los días y la gestación puede seguir su evolución normal.
Los hematomas intrauterinos se clasifican en función de su localización entre las distintas capas de tejido. Subcoriónicos son los más comunes. Se forman en el interior de la cavidad endometrial, entre las membranas placentarias y la pare uterina en las primeras semanas de embarazo. Aunque también constituyen una amenaza de aborto, estos hematomas suelen tener una evolución favorable y se reabsorben por sí mismos. Los hematomas retrocoriónicos son también similares y tienen una evolución parecida. Supracervicales son los que mejor pronóstico tienen debido a su ubicación. En el cuello uterino. Se suelen eliminar por la vagina en forma de hemorragia. Retroplacentarios. Se forman entre la placenta y el endometrio y son menos comunes. Se asocian al desprendimiento de placenta, que suele ser la causa más habitual del sangrado a partir de la semana 28 de embarazo. También pueden afectar al aporte de oxígeno y nutrientes al bebé, por tanto, pueden suponer un mayor riesgo para el embarazo.
Además de la ubicación del hematoma y del momento en el que ha aparecido, su gravedad también dependerá del tamaño que ocupe. En general, el volumen de los hematomas intrauterinos se mide utilizando la fórmula de largo por ancho en milímetros. Se considera que el hematoma es pequeño si su tamaño es menor del 20% respecto al saco gestacional y grande si supera el 50%.
