Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta todos los detalles de la fase lútea del ciclo menstrual:
A lo largo del ciclo menstrual no solo se producen cambios a nivel ovárico, sino también en el útero. El endometrio uterino (que es la capa que recubre el interior del útero) es el lugar donde debe implantar el embrión para dar lugar a una gestación y, por ello, se renueva en cada ciclo menstrual por si esto ocurre. Por ello, vamos a explicar qué sucede en la fase lútea o postovulatoria del ciclo menstrual en cada uno de estos órganos.
En el ovario, los restos del folículo vacío tras la ovulación dan lugar al cuerpo lúteo. El cuerpo lúteo comienza a secretar estrógeno y, principalmente, progesterona. Si no se produce el embarazo, el cuerpo lúteo se mantiene únicamente durante 11-14 días tras la ovulación y degenera. Por este motivo, los niveles de estrógenos y progesterona descenderán. La bajada en los niveles de progesterona al final de la fase lútea puede hacer que la mujer note ciertos síntomas, lo que se conoce como síndrome premenstrual. Estos síntomas pueden incluir cambios de humor, cansancio, dolor de cabeza, acné y sensibilidad mamaria.
Por el contrario, si la mujer se queda embarazada, el cuerpo lúteo permanece gracias a la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG o la hormona del embarazo) secretada por el embrión. Así, el cuerpo lúteo se encargará de seguir secretando progesterona para mantener el embarazo de manera temprana, hasta que la placenta se encargue de esta labor.
En cuanto al útero, es importante recordar que el revestimiento uterino se ha desprendido al inicio del ciclo menstrual con la menstruación. No obstante, el endometrio crece de nuevo y pasa por una fase proliferativa a lo largo de la fase folicular ovárica. Durante la fase lútea y gracias a la progesterona que secreta el cuerpo lútea, el endometrio se hace secretor (pasa por una fase secretora) y produce ciertas sustancias para prepararse para una posible implantación. Si la mujer no se queda embarazada, la bajada en los niveles de estrógenos y progesterona (por la degeneración del cuerpo lúteo en el ovario) va a desencadenar que el revestimiento uterino del endometrio se desprenda al final de la fase lútea, dando lugar a la menstruación.
De este modo, con la menstruación llega también el inicio del siguiente ciclo menstrual. No obstante, si la mujer se queda embarazada, el cuerpo lúteo se mantendrá gracias a la hormona hCG secretada por el embrión y secretará la progesterona para dar soporte al embarazo temprano. Debido a esto, los niveles de progesterona no decaen y, por ello, no se produce la menstruación y los ciclos menstruales cesan durante el embarazo.