Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta qué tener en cuenta sobre el sueño del recién nacido:
Un bebé necesita dormir en un colchón firme, despejado, sin peluches ni juguetes alrededor, ni nada que pueda cubrir su cabeza u obstruir sus vías aéreas. Es demasiado pequeño y podría haber riesgo de asfixia. De igual modo, se debe evitar usar almohadas.
Se debe colocar al bebé boca arriba para dormir, ya que es más seguro. Poner al bebé a dormir boca abajo o de lado podría aumentar el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante.
Un bebé recién nacido puede dormir unas 16-17 horas cada día. Lo habitual es que se despierten cada 2-4 horas, cuando tienen hambre y se despiertan para comer. Sin embargo, aunque pase gran cantidad de horas dormido, cuando está despierto debe mostrar actividad.
Por otro lado, cuando está despierto es positivo poner al bebé de vez en cuando boca abajo (siempre con supervisión de un adulto y si el bebé no se muestra incómodo y lo tolera) y jugar con él. De este modo, se favorece que el bebé fortalezca su cuello y espalda.