La decisión de contar, o no, en el entorno laboral que se está en un tratamiento de reproducción asistida depende, en gran medida, de la relación que se tenga con los compañeros de trabajo.
Sin duda puede ser un tema que suscite preguntas incómodas que la persona no esté dispuesta a responder por ser demasiado privadas o, simplemente, por venir de personas con las que no se tenga la confianza requerida. Por ello, en el caso de que se decida contarlo en el trabajo, se debe tener muy claro hasta dónde se va a contar, marcar unos límites y tener preparadas una serie de respuestas asertivas que corten las intromisiones.
Por otro lado, hablar con la persona responsable para que entienda la situación puede ser beneficioso y ayudar a reducir el posible estrés generado por las ausencias frecuentes, pero será, de nuevo, una decisión muy personal.
