El ciclo femenino a nivel endometrial consta de tres fases bien diferenciadas. La primera fase es la fase menstrual donde el endometrio se desprende del útero si no se ha producido una implantación embrionaria, provocando la regla.
La segunda fase es la proliferativa, en está el endometrio vuelve a crecer gracias a la producción de estrógenos en el folículo ovárico en crecimiento.
Es la ovulación la que da entrada a la tercera fase del ciclo endometrial, la fase secretora. Al producirse la ovulación, el folículo que contenía el óvulo comienza a segregar otra hormona llamada progesterona. La progesterona es la responsable de la maduración del endometrio y lo prepara para la recepción embrionaria.
Cuando se realizan ciclos endometriales naturales para la transferencia de embriones es necesario no solo controlar el crecimiento normal del endometrio por ecografía, sino conocer el día que se ha producido la ovulación, pues los embriones deben de estar sincronizados con el endometrio y esto lo sabemos por los niveles de progesterona circulantes. En ciclos donde se han producido ovulaciones prematuras y/o los niveles de progesterona no son los adecuados al día que se realizaron, la recomendación será cancelar la transferencia.
Un control estricto del ciclo y de los niveles hormonales son importantes para realizar la transferencia embrionaria en la correcta ventana de implantación, ajustando los días de cultivo del embrión con los días desde la ovulación.