Una vez que la mujer ha dado a luz, las manchas en el rostro de la mujer o melasma que ha podido surgir durante el embarazo va a atenuarse progresivamente y es posible que desaparezca con el tiempo y protegiéndose de la exposición solar.
No obstante, en aproximadamente un 30% de los casos las manchas permanecerán. Si esto ocurre y la mujer desea eliminarlas o, al menos, atenuarlas, se debe consultar con el dermatólogo antes de iniciar cualquier tratamiento, ya que él será quien recomiende a la mujer el mejor tratamiento para su caso particular.
Además, se debe extremar la precaución durante el embarazo y lactancia y no iniciar ningún tratamiento durante este periodo sin consultarlo con el especialista, ya que algunos fármacos pueden no ser seguros para el bebé.