Cuando una mujer o pareja se plantea si es una buena idea desplazarse a otra provincia para realizar un tratamiento de fertilidad, lo cierto es que el tratamiento en concreto es un factor decisivo para mover la balanza a un lado o hacia otro.
Si el tratamiento es una inseminación artificial (IA), su baja complejidad y coste difícilmente van a hacer que compense viajar a otra provincia.
En cambio, un tratamiento de alta complejidad y mayor coste, como la fecundación in vitro (FIV), sí que puede hacer que merezca la pena desplazarse a otra provincia (según la situación particular), por lo que será interesante comparar.
Por último, en un tratamiento como la ovodonación, de mayor complejidad y coste, son más los factores a tener en cuenta, que pueden hacer que compense el desplazamiento a una clínica de fertilidad de otra provincia en muchas ocasiones.