Con el paso del tiempo, la reserva ovárica de la mujer va menguando y su potencial reproductivo también disminuye. Además, especialmente a partir de los 40 años, la probabilidad de alteraciones cromosómicas en los embriones es mayor, lo cual puede impedir no solo el embarazo, sino también que éste evolucione favorablemente.
La medicina reproductiva ofrece varias alternativas para los casos de mujeres de avanzada edad que buscan el embarazo y no lo logran con sus propios óvulos: el PGT y la ovodonación.
Las tasas de éxito aumentan de forma considerable con estos tratamientos. En general, se pasa de una tasa de parto por transferencia de un 25,2% utilizando óvulos propios y sin PGT a un 39,7% si se realiza PGT y un 41,5% cuando se recurre a la ovodonación.
