Reproducción Bilbao responde a nuestros lectores
El índice de masa corporal es un indicador que vincula el peso con la altura de un individuo, determinando la superficie corporal. Esta ecuación permite diagnosticar problemas de peso y medir riesgo de patologías asociadas a su desequilibrio.
Puesto que el sistema endócrino está regulado por hormonas y esas mismas intervienen en procesos metabólicos, un desequilibrio en el IMC podría afectar a la regulación hormonal y alterar la ovulación.
Lo cierto es que, tras un estudio pormenorizado del caso en concreto, en ocasiones, no alcanzamos a concretar un diagnóstico etiológico. Esto es, no determinamos la causa de los abortos. Sí es importante resaltar, que en parejas con abortos de repetición en las que no se encuentra la causa de los mismos, la probabilidad de un embarazo a término ulterior es superior al 50%.
Entre las causas más frecuentemente implicadas en los abortos de repetición se encuentran las genéticas y el llamado síndrome antifosfolipídico primario.
Sin embargo, recientes estudios señalan un posible origen de los abortos de repetición en el factor masculino. Y es que en los últimos años ha decaído la calidad del semen debido, en gran medida, al estrés, los horarios prolongados de trabajo, la contaminación ambiental, la exposición al calor, el alcohol y el tabaco, malos hábitos alimenticios e incluso el uso de ropa interior ajustada.
En este sentido, existen pruebas para identificar alteraciones cromosómicas en las muestras de semen.
El síndrome antifosfolipídico (SAP) es una entidad con rasgos clínicos y analíticos determinados e independientes de otras entidades autoinmunes. Se desconoce la etiopatogenia del cuadro. Esto quiere decir que no se sabe el mecanismo por el que los anticuerpos antifosfolipídicos provocan las pérdidas fetales. Sin embargo, parece que un fenómeno de coagulación (trombosis) puede estar en la base del problema.
En definitiva, las pacientes embarazadas afectadas de un SAP están en riesgo de sufrir abortos de repetición y perdidas fetales tardías recurrentes. Por tanto, es preceptivo que en estas pacientes se descarte este síndrome, determinando la posible presencia de APL o ACA.
Descartadas otras causas de abortos, y diagnosticado un cuadro de SAP el tratamiento se basará, fundamentalmente, en fármacos con efecto antiagregante (ácido acetil-salicílico) y/o anticoagulante (Heparina).