En el primer trimestre del embarazo, es necesario hacer un análisis sanguíneo a la madre para comprobar que todos los parámetros están dentro de la normalidad y saber si ha padecido alguna enfermedad infecciosa como la toxoplasmosis.
Además, alrededor de la semana 10 de embarazo, también es importante determinar los valores de la proteína PAPP-A y la beta-hCG libre en sangre para poder hacer el cribado combinado del primer trimestre. Esto es una prueba diagnóstica que informa del riesgo de padecer una alteración cromosómica en el feto.
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Por Marta Barranquero Gómez (embrióloga), Silvia Azaña Gutiérrez (embrióloga) y Zaira Salvador (embrióloga).
Última actualización: 05/02/2018
