Como recomendación general, en la semana 33 y durante toda la gestación la embarazada debe mantener una dieta saludable y una correcta hidratación. Además, para aliviar el ardor y el reflujo, será de gran ayuda realizar pequeñas comidas de manera frecuente.
El ejercicio adaptado al embarazo será beneficioso, siempre que no lo haya contraindicado el especialista, para mejorar las molestias en las piernas y el dolor lumbar. Poner las piernas en alto cuando sea posible también ayudará a aliviar la hinchazón de tobillos y pies.
Por otro lado, por el estiramiento de la piel de pecho y abdomen, es importante utilizar una crema o aceite específico para evitar las estrías y los picores en el embarazo.
Finalmente, la semana 33 puede ser un buen momento para comenzar a lavar y preparar la ropita del bebé y la bolsa de maternidad que se llevará al hospital en el momento del parto.