La recomendación más generalizada es que la mujer embarazada aumente la ingesta de agua, respecto a los 2 litros diarios recomendados, en 300 ml adicionales. No obstante, factores como la actividad física o vivir en un clima cálido van a aumentar los requerimientos de agua, ya que la pérdida de agua se ve incrementada en estas situaciones.
Además, los vómitos del primer trimestre de embarazo hacen que la mujer pierda agua, lo que puede acentuarse si la mujer también bebe menos cantidad debido a las náuseas. Por este motivo, debe tener especial precaución para mantenerse siempre correctamente hidratada.
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Por Silvia Azaña Gutiérrez (embrióloga).
Última actualización: 12/12/2022