Cuando se diagnostican problemas de fertilidad en la pareja, ambos experimentan una mezcla de emociones entre frustración, tristeza, ansiedad... Además, debido a la asociación errónea de fertilidad y virilidad, el varón puede ver dañada su autoestima.
Por otro lado, el hombre puede sentir la presión de tener que mantenerse siempre fuerte para apoyar a su pareja. Por todo ello, puede tender a evitar hablar del tratamiento reproductivo.
Puedes leer el artículo completo en: El papel del hombre en las técnicas de reproducción asistida ( 92).
Por Silvia Azaña Gutiérrez (embrióloga).
Última actualización: 15/03/2024