Diagnóstico de la espina bífida

El diagnóstico de la espina bífida se lleva a cabo mediante una combinación de pruebas médicas. En primer lugar, una analítica de sangre podría informar acerca de los niveles de alfafetoproteína o AFP. Si los niveles de AFP en la madre son elevados, el especialista podría pensar que existe un problema como la espina bífida. Sin embargo, esta prueba no es confirmatoria.

Otra prueba para el diagnóstico de la espina bífida es la ecografía prenatal o al amniocentesis. No obstante, la amniocentesis solo detectaría un tubo neural abierto, pero no cerrado u oculto.