Los bebés son especialmente vulnerables a ciertas enfermedades debido a que su sistema de protección frente al exterior está todavía desarrollándose.
A continuación tienes un índice con los 5 puntos que vamos a tratar en este artículo.
Protección del bebé
En los primeros meses de vida, cuentan con la protección del sistema de defensas de la madre pero a partir del cuarto mes de vida aproximadamente, la reserva de defensas que la madre le traspaso durante la gestación va agotándose por lo que se vuelven susceptibles a enfermedades, especialmente las infecciones.
Los bebés que son alimentados mediante lactancia materna permanecen más tiempo protegidos, ya que la leche de la madre contiene anticuerpos que refuerzan el sistema inmunológico del bebé.
A partir del quinto mes de vida el bebé gatea, coge objetos, se los pone en la boca... Con este tipo de actos aumenta la exposición a gérmenes y bacterias. Si a esto le sumamos que su sistema de defensas no está bien desarrollado y los anticuerpos maternos están disminuyendo, parece muy sencillo y lógico que contraiga enfermedades regularmente.
Contacto con otros niños
Si en casa hay más niños, es muy probable que el bebé se contagie de las enfermedades que sufran sus hermanos, primos o amigos. No hay que preocuparse en exceso ya que los bebés están vacunados de las enfermedades graves que pueden atravesar y su sistema inmunológico está preparado para enfrentarse a infecciones y proteger su salud, sin necesidad de administrarle medicamentos.
Si va a la guardería es importante tener en cuenta que el centro cumple la normativa y el personal que lo atiende está cualificado, así como que no haya un exceso de niños, ya que eso facilita la transmisión de las enfermedades fácilmente.
También es imprescindible seguir debidamente el calendario de vacunas para asegurar la protección frente a las enfermedades más graves y contagiosas.
Síntomas
En muchas ocasiones es complicado averiguar si el niño está enfermo, o que parte del cuerpo le duele, especialmente si todavía no hablan y manifiestan su malestar o dolor con lloros, gestos o comportamientos extraños. Existen algunas señales:
- Pérdida del color rosado de la piel. Se vuelve pálido
- Le aparecen ojeras
- Sus ojos se vuelven más apagados y están humedecidos continuamente
- Se encuentra lánguido
- Llora insistentemente
Se debe acudir al pediatra cuando se muestren síntomas de enfermedad como fiebre, vómitos y diarrea para averiguar qué enfermedad padece. También ante pérdidas de peso se debe acudir al médico, ya que este síntoma suele estar relacionado con problemas de salud más difíciles de detectar, como alteraciones digestivas o problemas respiratorios.
Para saber que un bebé enfermo se ha recuperado basta con observar su estado de ánimo, si se siente más vivaz y con ganas de jugar es posible que ya haya superado la enfermedad.
Enfermedades comunes en el bebé
Las enfermedades más comunes que puede padecer un bebé son las siguientes:
- Estreñimiento: algunas indicaciones de estreñimiento en el bebé son la ausencia de caquita en su pañal en tres o más días o la aparición en el pañal de caquitas secas y duras.
- Tos y resfriado: son muy comunes en el primer añom de vida, especialmente en otoño e invierno. Los bebés exploran su entorno con boca y manos y eso es una gran vía de acceso a los virus que causan el resfriado.
- Irritaciones y rozaduras del pañal: en este sentido es importante que el bebé lleve puesto el pañal sucio el menor tiempo posible y hidratar la zona del culito frecuentemente copn cremas especiales para la zona.
- Diarrea: se presenta cuando el bebé hace caquita líquida y acuosa de forma frecuente y normalmente con olor fétido. Si la diarrea está causada por infección viral, irá acompañada por vómitos, dolor abdominal, fiebre...
- Infecciones de oido:alrededor del 80% de los niños menores de 3 años padecen al menos una vez una infección de oído.
- Vómito: casi todos los bebés regurgitan comúnmente algo de comida. Hablamos de enfermedad cuando el vómito se vuelve fuerte y persistente.
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Siendo madre primeriza te pones muy nerviosa cuando tu bebé tiene un comportamiento algo fuera de lo común. Enseguida creemos que va a tener alguna enfermedad grave y no comprendemos que el lloro es la forma de quejarse de TODO del bebé, de lo bueno y de lo malo y no siempre tiene porqué ser algo malo.
No os alarméis mamás primerizas!!
Algunos pediatras recomiendan la ingesta de semillas de anís para ayudar a hacer la digestión del bebé. Aunque también sé por una amiga que su pediatra los desaconseja.
La mayoría de bebés, o al menos los tres que yo he tenido, a partir del cuarto mes tienen unos cólicos terribles por la noche, lo que tiene a los padres despiertos y preocupadísimos toda la noche . Además, suele coincidir con el período de reincorporación de la madre tras la baja maternal lo que dificulta más la situación.
Cuando tuve a mi niña no paraba de llorar los primeros meses por los cólicos, lo pasó fatal la pobre y al ser madre primeriza estaba muy asustada, ahora tiene 2 años y está bien sanota