Como consecuencia de los cambios hormonales típicos del embarazo, es completamente normal que la embarazada sufra cambios de ánimo repentinos y sin una causa aparente. Cada trimestre del embarazo tiene unos cambios físicos, pero también emocionales.
Por ejemplo, en el primer trimestre de gestación, muchas mujeres experimentan una sensación de alegría por enterarse de que están embarazadas. Sin embargo, también se pueden sentir angustiadas porque los tres primeros meses de gestación es cuando más náuseas se tienen.
En cambio, el segundo trimestre de embarazo es el más estable emocionalmente. Las náuseas ya no son tan comunes y la embarazada está más tranquila.
Por último, en el tercer trimestre de embarazo surgen los nervios y la embarazada se siente impaciente por la llegada de su bebé. El embarazo ya está llegando a su fin y la mamá quiere tenerlo todo listo para su bebé.
