Pese a que los términos de infertilidad y esterilidad se utilizan como sinónimos, no significan lo mismo. La infertilidad va más allá que la esterilidad. En este caso, se produce la fecundación entre el óvulo y el espermatozoide, pero no llega el embarazo a término.
Principalmente, esto ocurre por dos motivos:
- Fallos de implantación
- no llega a implantar el embrión en el útero, por lo que la prueba de embarazo es negativa desde el principio.
- Abortos
- el embrión implanta en el útero y el test de embarazo es positivo. Sin embargo, al poco tiempo se produce la pérdida y el embarazo no continúa su evolución.
Tanto el fallo de implantación como los abortos pueden ser consecuencia de un problema en la mujer, en el hombre o incluso en ambos miembros de la pareja.