El hecho de tener que perforar la zona pelúcida artificialmente para realizar el DGP sí que puede ayudar a los blastocistos a deshacerse de la zona pelúcida, aunque no está claro todavía que les pueda ayudar a implantar.
El DGP o diagnóstico genético preimplantacional es una técnica de reproducción asistida complementaria un tratamiento de FIV. Se recomienda su realización cuando la paciente tiene más de 38 años, cuando hay antecedentes de abortos o fallos de implantación, cuando alguno de los componentes de la pareja tiene alguna alteración en el cariotipo o si el varón tiene un FISH en espermatozoides alterado.
La biopsia embrionaria consiste en extraer una pequeña cantidad de células del trofoectodermo de los blastocistos, para poder llegar a ellas será necesario perforar la zona pelúcida, utilizando para ello un láser específico que no daña los embriones. Una vez obtenidas las células del trofoectodermo se envían al laboratorio de genética, donde se analizarán y sabremos el número de cromosomas que tiene cada uno de los embriones analizados, así aumentaremos la probabilidad de conseguir embarazo al transferir solamente los embriones sanos.
