El factor masculino como posible causa de esterilidad lo estudiaremos principalmente con la realización de un seminograma. Esta prueba consiste en analizar una muestra de semen para valorar distintos parámetros y saber así si existe alguna alteración que pueda explicar o que sea la causa de la esterilidad. Básicamente se evalúa el pH, el volumen, la concentración y número total de espermatozoides en la muestra, además de la movilidad y la morfología de éstos. De cara a la realización de técnicas de reproducción asistida, idealmente solicitaremos también un REM (recuento de espermatozoides móviles) para saber realmente cuántos espermatozoides móviles se recuperan tras procesar la muestra.
Si el seminograma está alterado, se recomienda repetirlo al menos pasado un mes para comprobar que las alteraciones sigan presentes y no hayan aparecido de forma puntual. Existen casos en los que, si las alteraciones son importantes, habrá que complementar el estudio con más pruebas como pueden ser un cultivo de semen y orina para descartar una infección; una fragmentación de espermatozoides; un estudio genético por si ésta pudiese ser la causa del factor masculino, etc.