No. Son dos pruebas diagnósticas distintas que se realizan en el varón dentro de un estudio de esterilidad “no básico”, es decir, en casos concretos para completar el estudio masculino, pero no de entrada a todos los varones.
El test de fragmentación del DNA mide la integridad del material genético de una muestra de semen, analizando las roturas o lesiones que pueda haber en las cadenas del ADN de los espermatozoides. Estas roturas pueden ser en una sola cadena o en ambas cadenas (doble cadena). Es normal en humanos cierto % de roturas en la cadena de DNA, pero cuando estas se encuentran en un % superior a lo que se considera normal puede dar problemas de fertilidad, la fecundación puede disminuir y el desarrollo embrionario se puede ver afectado.
El FISH (Hibridación in situ fluorescente) en espermatozoides permite evaluar el material genético de los espermatozoides. Esta prueba nos permite estudiar si los espermatozoides llevan una dotación cromosómica anormal (para los cromosomas analizados, que pueden ser 5 ó 9 ) en una proporción superior a la normalidad de la población. Habitualmente, se analizan 5 cromosomas (los sexuales X e Y, el 13, 18 y 21).
El FISH espermático está indicada en pacientes con antecedentes de abortos, fallos previos de FIV o factores masculinos severos.