El síndrome antifosfolípido o SAF es un transtorno autoinmune que se caracteriza por eventos trombóticos y/o problemas en el embarazo asociado a la presencia de anticuerpos antifosfolípido en sangre, como los anticuerpos anticardiolipina, anticuerpos anti-beta2-glicoproteína o el anticoagulante lúpico. Se puede presentar aislado o en el contexto de otras enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sitémico.
Las complicaciones que puede dar en el embarazo incluyen abortos (sobre todo aquellos a partir de las 10 semanas), preeclampsia o insuficiencia placentaria. El mecanismo por el que el SAF produce estos eventos adversos podría ser un defecto en la placentación. Así, en mujeres con SAF, el riesgo de tener un trombombolismo durante el embarazo o postparto es de un 5-12% (en población general sería <0.10%)El tratamiento del SAF durante la gestación reduce la probabilidad de presentar trombosis y complicaciones del embarazo. La medicación que se paute dependerá de los problemas que haya presentado la mujer pero normalmente consiste en ácido acetilsalicílco o AAS (aspirina a bajas dosis) y heparina, aunque en ocasiones pueden utilizarse otros fármacos como la hidroxicloroquina. Si ha existido una trombosis probablemente será necesario un tratamiento de por vida con anticoagulantes, no sólo durante el embarazo. Si el SAF sólo se ha expresado como complicaciones del embarazo probablemente se pueda retirar a las 6 semanas del parto.
