Entre estas contaminaciones se encuentran la Salmonella, la Listeria o la Toxoplasmosis. También es importante no consumir pescados que puedan contener alto contenido en mercurio, como pueden ser el pez espada, el atún rojo o el pez lucio. Asimismo, se desaconseja la ingesta de cualquier pescado crudo, tipo sushi, sahimi, ceviche, carpaccio o marisco crudo como mejillones, ostras o almejas.
Por otro lado, es muy importante evitar ingerir huevos crudos como en salsas, mayonesas caseras o postres. Siguiendo con la ingesta de alimentos crudos, con los quesos hay que tener especial cuidado si han sido elaborados a partir de leche cruda, es decir, sin pasteurizar. La leche es fundamental durante el embarazo, pero debes tomarla pasteurizada, al igual que los yogures, nata o helados.

Al igual que debes evitar comer alimentos preparados, como sándwiches, bocadillos o cualquier otro tipo de alimento que contenga vegetales, huevo, carne, fiambre o pescado.
Las frutas, verduras o las hortalizas crudas debes lavarlas siempre con agua con lejía apta para desinfección, debes colocar 4 gotas por cada litro de agua. Sumerge los alimentos durante 10 minutos y luego los enjuagas con abundante agua potable.
La carne de vacuno, cerdo, pollo, ovino, ya sea en filetes, carne picada, salchichas y similares, deberá estar bien cocinada. Para saber cuál es su punto, debes comprobar que no se observen partes sin hacer o grasas al corte. Esto es importante para evitar contraer Toxoplasmosis, una enfermedad muy poco frecuente, pero si la coges en el embarazo puede ser grave para el bebé.
Aunque uno de los alimentos que más dudas ha generado a lo largo de los años ha sido el jamón serrano. Una embarazada, puede comerlo siempre y cuando haya sido congelado durante 2 o más días.
Siguiendo estas recomendaciones, podrás vivir un embarazo saludable y feliz.
