Normalmente, el seguimiento del embarazo tras una FIV es exactamente igual que un embarazo espontáneo, pero hay que tener en cuenta que muchas de las mujeres que se someten a tratamientos de reproducción asistida son mayores de 35 e incluso de 40 años. En este sentido, los riesgos derivados de alteraciones cromosómicas estarán aumentados. Hoy en día, gracias a las técnicas de diagnóstico prenatal en sangre en las primeras semanas de embarazo, podemos detectar alteraciones cromosómicas antes incluso de realizar la ecografía del primer trimestre. Recomendaremos este tipo de análisis a aquellas mujeres de mayor edad que hayan conseguido el embarazo con sus propios óvulos.
Lectura recomendada: Técnicas de diagnóstico prenatal invasivas y no invasivas.
