Se considera que una pareja sufre esterilidad cuando, después de un año manteniendo relaciones sexuales sin protección, no ha sido capaz de conseguir un embarazo.
Por otra parte, el término <em>infertilidad</em> se utiliza cuando la pareja sí consigue la gestación, pero ésta no evoluciona y termina en un aborto.
En ambos casos, la esterilidad o la infertilidad serán primarias si la pareja no ha logrado tener ningún hijo previamente de forma conjunta. En estos casos será necesario visitar una clínica de reproducción asistida para someterse a diferentes pruebas y estudios de fertilidad.