La prueba por excelencia que va a permitir confirmar el diagnóstico de la distrofia muscular facioescapulohumeral es un estudio genético. Sin embargo, existen otras pruebas que también pueden hacer sospechar de esta patología:
- Análisis de sangre.
- Electrocardiograma.
- Radiografía de la columna.
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Por Marta Barranquero Gómez (embrióloga).
Última actualización: 24/04/2024