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Este periodo de la gestación se caracteriza precisamente porque el bebé empieza a moverse con gran amplitud. Sin embargo, cada embarazo es diferente y el desarrollo de los fetos no siempre tiene por qué ajustarse de forma exacta a lo esperable. De todas formas, siempre es bueno consultar estos síntomas con el médico que controla el embarazo por si fueran signo de que algo va mal.
Ya se encuentra en posición fetal, es decir, con las piernas dobladas, las rodillas cercanas al pecho y los brazos cruzados. Dentro del útero todavía no ha adoptado la posición de parto, es decir, la cabeza encajada en la pelvis y la columna apoyada sobre la de la madre. Habitualmente, esta posición la adquieren a partir de la semana 32 o 34, aunque depende de cada caso.
Los desplazamientos largos cuando el embarazo está tan avanzado no son muy recomendables, no solo por el riesgo que puenda correr la propia embarazada y el bebé, sino porque de por sí este tipo de viajes suelen ser muy incómodos para la mujer.
Hay que tener en cuenta que muchas compañías aéreas exigen certificados médicos que acrediten que la embarazada se encuentra en buenas condiciones para viajar. Por ello, tanto si es en avión como si no, es importante consultarlo previamente con el médico.
Durante las últimas semanas de embarazo, es normal que aumente un poco el flujo debido a la presión que ejerce el feto sobre el tracto vaginal. No obstante, si el flujo expulsado es muy consistente y abundante, puede que se trate del tapón mucoso, en cuyo caso es necesario consultarlo con el médico.
Es completamente normal sentir molestias, no solo porque el parto está cerca, sino porque el propio embarazo comienza a ser agotador.
Es muy frecuente sentir presión y molestias en la pelvis y la vagina debido al descenso del feto hacia el canal de parto. No obstante, frente a cualquier síntoma que se considere fuera de lo normal o cuando las molestias sean muy dolorosas, es conveniente informar al médico o matrona.
Con 5 meses de embarazo solo se puede abortar en caso de que el embarazo suponga un riesgo para la salud o la vida de la embarazada, o se detecte la presencia de anomalías en el feto incompatibles con la vida. La interrupción del embarazo por esta causa se puede realizar hasta la semana 22.
La interrupción voluntaria de un gestación que no suponga riesgo alguno solo puede realizarse hasta la semana 14.
Evidentemente, no es posible dormir boca abajo dado el volumen del abdomen. Se recomienda dormir de lado, especialmente sobre el lado izquierdo, lo cual facilita el riego sanguíneo al feto. Mantener las piernas flexionadas y colocar un almohadón entre ellas suele ser una buena solución cuando éstas se encuentran hinchadas en periodos de embarazo como éste.
Las embarazadas forman parte del grupo de riesgo que, según los especialistas, debería vacunarse contra la gripe. Aunque se recomienda aplicarse la vacuna en el segundo trimestre de embarazo, no hay problema en aplicarla en el octavo mes, siempre y cuando el médico lo considere conveniente.
Normalmente, llegados al 9.º mes de embarazo, el bebé debe estar encajado sobre la pelvis de la madre. Si su posición no es la correcta, quizá lo más conveniente es programar una cesárea antes de que se rompa la bolsa y comiencen las contracciones de parto.
Un embarazo prolongado es aquel que se posterga más allá de la semana 42. Los principales riesgos que pueden surgir son:
- Placenta envejecida
- si la placenta comienza a envejecer, el aporte de nutrientes y oxígeno al bebé puede verse reducido, lo cual puede afectar gravemente a su salud.
- Aspiración de meconio
- cuando la gestación se prolonga demasiado, el meconio puede ser expulsado por el bebé al líquido amniótico y que pase a sus pulmones por inhalación, lo cual puede, a su vez, provocarle una inflamación pulmonar. Por ello, es importante controlar tanto el color como la consistencia del líquido expulsado en la rotura de la bolsa.
- Macrosomía fetal
- un crecimiento excesivo del feto puede imposibilitar el parto vaginal y obligar a la práctica de un cesárea.
Las posibles complicaciones que pueden surgir en este momento del embarazo son:
- Diabetes gestacional
- Anemia
- Infecciones urinarias
- Hipertensión arterial
- Amenaza de aborto prematuro
- Parto espontáneo
El sangrado en el embarazo no siempre tiene por qué ser síntoma de una situación anómala. Sin embargo, en el último trimestre de gestación no es una situación usual. Por ello, se aconseja contactar con el médico de forma inmediata sea cual sea la causa que lo haya podido originar.
La expulsión de flujo blanco hacia el final de la gestación es un suceso muy habitual. Suele tratarse de parte del tapón mucoso, el cual se elimina como consecuencia de la presión que ejerce el feto al colocar la cabeza sobre el cuello del útero. Normalmente, el tapón mucoso continúa regenerándose hasta que el bebé está listo para nacer.
Los movimientos del bebé suelen diminuir conforme avanza el embarazo debido a la falta de espacio. No obstante, si la actividad fetal se reduce totalmente es conveniente consultar al médico.
No es para nada recomendable adelantar la llegada del bebé, a no ser que sea por una razón médica. Aunque se hayan cumplido las 40 semanas de embarazo y el bebé no haya nacido, se dejará que el embarazo siga su curso mientras el médico no dictamine lo contrario. Sin embargo, en embarazos prolongados, sí es conveniente provocar el nacimiento del bebé para evitar problemas tanto en él como en la madre.
Sí, aproximadamente a partir de los 5 meses de gestación aparecen lo que conocemos como las contracciones de Braxton Hicks, las cuales ayudan al cuerpo de la embarazada a prepararse para el momento del parto. Aumentan de manera progresiva según avanza el embarazo y pueden hacerse más frecuentes en las últimas semanas. Se diferencian de las contracciones de parto en que se pueden producir a mitad del embarazo, son más aisladas y suelen ser indoloras.
Depende del grado en el que este se presente, pues cuanto más severo sea, más tendencia tendrá la paciente a la reaparición de adherencias.
Sí, el varicocele puede ser una causa de infertilidad masculina. Esta patología puede presentarse en diferentes grados de afección, de forma que también su efecto dañino sobre la fertilidad del varón (provoca alteraciones seminales y hormonales principalmente) puede ser de leve a severo.
Sí, una cesárea puede ser motivo de que se produzcan adherencias, ya que al ser una intervención quirúrgica se va a producir un proceso de cicatrización a consecuencia de las incisiones practicadas para extraer al bebé.
No, para la obtención de la biopsia no es necesaria la práctica de una intervención quirúrgica, pues simplemente mediante una cánula se puede tomar una muestra de tejido del fondo uterino.
La presencia de adherencias uterinas durante el embarazo compromete seriamente que éste pueda desarrollarse con normalidad. Por ello, es necesario extirpar estos tejidos antes de que la mujer quede embarazada.
Depende de cuál sea la causa que esté provocando que el varón presente problemas reproductivos. Por ejemplo, si la infertilidad es debida a un factor genético no es posible revertirla, pero si la infertilidad es debida a una obstrucción en los conductos deferentes o a la toma de algún medicamento que esté afectando a la producción espermática, se puede aplicar un tratamiento quirúrgico o abandonar la medicación, respectivamente.
Un buen descanso, comer de forma equilibrada y una práctica deportiva moderada ayudan a mejorar los niveles de estrés. Si nos encontramos en épocas de muchos nervios, se pueden ver alteradas la circulación sanguínea y la función hormonal que tan importantes son para un buen desarrollo endometrial.
A nivel farmacológico también se puede mejorar el crecimiento del endometrio mediante la aplicación de hormonas. Sin embargo, este tratamiento debe estar siempre supervisado por un médico especialista.
Cabe la posibilidad de que los coágulos de sangre retenidos por las adherencias puedan liberarse de forma retrógrada a la cavidad abdominal, situándose sobre las trompas o los ovarios y formando quistes. Presentar síndrome de Asherman puede ser un motivo para desarrollar endometriosis, pues el mecanismo de la menstruación retrógrada es precisamente el causante de ésta.
Sí, es posible realizarse un tratamiento de fertilidad por un factor masculino a través de la sanidad pública siempre que se cumplan los requisitos (edad, hijos previos) establecidos por el sistema sanitario correspondiente.
No, desgraciadamente el test de receptividad endometrial no es siempre la solución a los casos de fallo de implantación.
En ciertas ocasiones sí se descubre, gracias al test ERA, que la ventana de implantación de la paciente está desplazada y por tanto una mala receptividad endometrial era la causa del fallo. Sin embargo, existen otros muchos casos que no se deben a que la transferencia se esté realizando en un momento inadecuado del ciclo.
Las causas del fallo de implantación pueden ser muy dispares y no todas se pueden identificar con el test de receptividad endometrial.
Técnicamente es posible, sin embargo hay que tener en cuenta que, a partir de los 35 años, generalmente, la reserva ovárica de la mujer comienza a reducirse.
Por ello, si se desea preservar la fertilidad, cuanto antes se haga el proceso, mejor.
La opción de vitrificar los óvulos a través de la Seguridad Social depende de cada comunidad autónoma.
La mayoría de sistemas de sanidad pública contemplan la posibilidad de preservar la fertilidad solo en el caso de que exista una justificación grave, como someterse a un tratamiento de quimioterapia de forma inminente o la posibilidad de desarrollar un fallo ovárico prematuro.
En caso de desear vitrificar los óvulos de manera voluntaria es necesario recurrir a una clínica privada.
El precio medio de la vitrificación de óvulos suele estar entre 2.500 y 4.000€, aunque depende de cada centro de reproducción asistida. También hay que tener en cuenta que la medicación hormonal para la estimulación ovárica no está incluida en este presupuesto y puede costar entre 500 y 1.000€ más. Por último, después del primer o segundo año de la congelación, los centros suelen exigir que se pague un mantenimiento por los óvulos congelados que ronda los 300-400€ anuales.
En realidad no hay un tratamiento mejor que otro, ya que en ambos casos las tasas de supervivencia tras el proceso de desvitrificación superan el 90% y la calidad, tanto de óvulos como de embriones, se consigue mantener.
La decisión de realizar un tratamiento u otro dependerá de la propia elección personal de la paciente consensuada con su médico, pues en caso de no tener pareja en el momento de la vitrificación quizá desee vitrificar óvulos únicamente.
En este caso, la probabilidad de tener un embarazo múltiple no se va a ver aumentada porque la mujer tenga SOP, ya que principalmente va a depender del número de embriones que se transfieran en cada ciclo.
Si una mujer con SOP se somete a un tratamiento de coito programado o inseminación artificial sí que tendría más riesgo de embarazo múltiple, pues en esos casos no se puede controlar de forma exacta cuántos óvulos se terminan liberando.
El embarazo per se supone un estado fisiológico de resistencia a la insulina. Esta hormona, debido a los cambios que la gestación provoca, es menos eficiente y el organismo necesita producir más para que la glucosa se pueda absorber bien.
Por otro lado, la resistencia a la insulina es uno de los problemas más típicamente asociados al SOP, por lo que si ambas situaciones se juntan (embarazo y SOP) hay mayor probabilidad de que la mujer desarrolle diabetes gestacional o diabetes tipo II en un futuro.
El tratamiento homeopático más tradicionalmente empleado para paliar los síntomas de esta enfermedad son las infusiones de Sauzgatillo. Esta planta medicinal es un remedio que se emplea para regular los niveles hormonales, evitar las menstruaciones irregulares y restablecer la ovulación.
Se recomienda tomar entre 150 y 200 g de extracto de Sauzgatillo durante al menos 3 o 4 meses para poder valorar los resultados.
Normalmente, el tratamiento con clomifeno se suele emplear entre 2 y 6 meses. Si tras este tiempo no se ha conseguido la ovulación, se recomienda pasar a pautas terapéuticas más agresivas.
Según los expertos, una vez conseguida la gestación se suspenderá la administración de metformina inmediatamente, salvo situaciones concretas que, a criterio médico, aconsejen prolongarla.
El hecho de presentar ovarios poliquísticos no tiene por qué ser un indicio de que se vaya a padecer SOP en el futuro. Sin embargo, si se desarrollan otro tipo de complicaciones a nivel hormonal, la mujer tiene más riesgo de que el cuadro clínico evolucione al síndrome.
Aunque tus ovarios presenten múltiples folículos no quiere decir que puedas desarrollar SOP.
No se es menos fértil por poseer ovarios de aspecto poliquístico. La única complicación que puede surgir es que, al presentar ciclos irregulares, sea más complicado determinar el momento de la ovulación y, por tanto, qué días son más propicios para mantener relaciones sexuales.
Para diferenciar estas dos situaciones es necesario realizar una serie de chequeos médicos sencillos: una analítica de sangre para comprobar los niveles hormonales, así como una exploración física para determinar si la mujer padece algún signo claro de hiperandrogenismo.
De momento esta opción no es posible. Aunque los resultados de numerosos estudios científicos reportan que existe un factor genético altamente implicado en el desarrollo de esta patología, todavía no se sabe con exactitud qué genes son los causantes de su desarrollo.
Evidentemente es necesario que la mujer haya sobrepasado la menarquia, es decir, la llegada de la primera regla. Normalmente, esta patología se suele diagnosticar en mujeres de entre 25 y 30 años. Esto es debido a que, asociados al SOP, surgen numerosos problemas de fertilidad y es precisamente ese rango de edad el que más relacionado está con la búsqueda del embarazo.
El hirsutismo surge como consecuencia de los elevados niveles de andrógenos en sangre. La función de los andrógenos como la testosterona, entre otras muchas, es la del desarrollo del vello típico del hombre. Si en la mujer estas hormonas están elevadas, es normal que crezca más vello de lo habitual.
Sí, es posible que sientas ciertas contracciones llamadas contracciones de Braxton-Hicks, incluso en el mes anterior. Estas contracciones son muy ligeras. De hecho muchas embarazadas prácticamente no las notan. Su función es comenzar a preparar el cuerpo de la mujer para el momento del parto.
Precisamente, el sexto mes de gestación es un buen momento para realizar esta prueba, pues como hemos comentado antes, el bebé ya comienza a adquirir una apariencia más humana.
En principio, no existe ningún impedimento para la práctica de sexo durante la gestación. De hecho, muchos estudios científicos reportan que las relaciones sexuales en el embarazo generan grandes beneficios para el bienestar físico y mental de la pareja. Sin embargo, es un tema extremadamente personal que va a depender, en gran parte, del estado tanto físico como psicológico de la futura madre.
No existe un rango de peso establecido para esta edad gestacional, pues cada mujer, por su propia fisionomía, tiene un peso característico. Sin embargo, según los expertos, lo habitual es que para esta época de embarazo la mujer haya ganado entre 6 y 8 kg de peso.
Esta cifra es orientativa, pues cada cuerpo y cada embarazo son completamente diferentes y no tienen por qué seguir una evolución exacta.
No. Antiguamente, se empleaba la medición del nivel de LH como criterio para el diagnóstico de SOP. Sin embargo, al comprobarse que no todas las pacientes con SOP presentan niveles de LH anormalmente aumentados, se descartó.
La dieta y el ejercicio físico para bajar de peso son una recomendación muy empleada en casos de SOP cuando la mujer, además, padece sobrepeso. Si la mujer ya está delgada no es necesario que adelgace más, pues la pérdida de peso puede incluso empeorar la situación.
Aunque los síntomas pueden ser distintos dada la gran diversidad con la que este trastorno se puede manifestar, el hirsutismo suele presentarse en casi el 80% de los casos de SOP. En la gran mayoría de ellos, los andrógenos, por una u otra razón, se encuentran elevados, lo cual produce este efecto secundario tan llamativo.
Resumidamente, consiste en detectar la amplificación de la repetición CGG en muestras de ADN obtenidas de sangre periférica mediante una prueba denominada PCR (Polymerase Chain Reaction).
Esta prueba es el método más fiable que existe para determinar si el individuo es portador de la premutación o de la mutación completa y qué riesgo tiene de transmitirlo a su descendencia.
Por suerte, este síndrome no afecta a la longevidad de las personas que lo padecen, ya que se ha comprobado que tienen una media de vida similar a la de la población no enferma.
Sí, mediante pruebas como la amniocentesis es posible predecir, antes del nacimiento, si el feto va a padecer o no la enfermedad. En el siguiente enlace te aportamos más información sobre cómo se realiza esta prueba: La amniocentesis.
No siempre presentar esta dolencia es signo de que la mujer está embarazada, principalmente porque hay muchas situaciones que pueden desencadenar estas molestias y porque no siempre ocurren aunque se produzca un embarazo. Por tanto, no debemos guiarnos por la presencia o ausencia de calambres para saber si se ha producido o no una gestación.
Sí, pues como ocurre en el caso de los calambres, el sangrado de implantación no se presenta siempre que se inicia un embarazo.
Normalmente es más común que ocurran calambres en las extremidades inferiores dado que la presión que ejerce el feto oprime los nervios y vasos de las piernas.
Sin embargo, las manos también pueden sufrir ciertas molestias, aunque no siempre calambres, ya que es más común que la hinchazón provocada por la retención de líquidos produzca sensación de adormecimiento u hormigueo en las manos.
Sí, es perfectamente normal sufrir calambres en este periodo. El tercer trimestre es la época en la que más presión se ejerce en las piernas y donde el útero alcanza su capacidad máxima de expansión. Por lo tanto, la fuerza que se ejerce sobre el pubis alcanza su máximo grado haciendo que los calambres sean más frecuentes.
Generalmente sí, se concede el mismo permiso tras un parto normal o un parto prematuro. No obstante, una amenaza de parto prematuro es motivo de baja laboral por enfermedad, la cual se puede prolongar con la baja maternal.
Según los expertos, la leche materna es el mejor alimento para los recién nacidos y especialmente los prematuros. Sin embargo, en el caso de los bebés prematuros, al no poder succionar correctamente, es preciso que el alimento sea introducido mediante sondas nasogástricas o estomacales. En ocasiones, debido a las secuelas de la prematuridad de su nacimiento, es necesario complementar su alimentación con hierro.
Existen muchos casos de bebés prematuros en el mundo que, afortunadamente, han conseguido sobrevivir. Uno de los casos más impactantes es el de una niña, Amilia Taylor, que nació en un hospital de Miami a las 22 semanas de gestación y con 280 gramos de peso.
Sí, es posible que un parto que se adelanta se produzca a través del canal vaginal. Es decir, no es necesario que se practique siempre una cesárea en caso de que se trate de un parto prematuro.
Al tratarse de un tratamiento hormonal puede producirse cierta retención de líquidos que nos haga sentir hinchadas durante la duración del tratamiento. Sin embargo, los efectos secundarios del mismo son muy variables entre mujeres. En cualquier caso, los síntomas derivados de este tratamiento se atenúan cuando éste se abandona.
No siempre se emplea Evopad en la preparación endometrial durante los tratamientos de FIV. Existen otras muchas marcas comerciales además de otro tipo de medicación para la suministración exógena de estrógenos, como por ejemplo, por vía oral.
No, está completamente desaconsejado el empleo de Evopad si se está embarazada.
El precio de Evopad depende de la dosis de estradiol que se suministre. Por ejemplo, el precio de Evopad 25 y Evopad 50 es de 2,50€, mientras que el precio de Evopad 75 y Evopad 100 es de 3,45€ y 4,61€, respectivamente.
El precio de este medicamento depende de la dosis que deseemos adquirir, ya que no todos los tipos de Gonal-f, como hemos indicado al principio, presentan la misma actividad de FSH. Por ejemplo, en el caso de Gonal-f 75 el precio es de 31'47€, Gonal-f 450 cuesta 173'54€, mientras que el precio de Gonal-f 900 es de 304'54 €.
Sí puede administrarse con este tipo de fármacos, pues tanto Gonal-f como Menopur, Puregon u Ovitrelle se emplean en los procesos de estimulación ovárica. La pauta de estimulación así como qué fármacos sean los empleados para ella, dependen de la elección del médico en función de las características de la paciente.
Al tratarse de un tratamiento hormonal puede producirse cierta retención de líquidos o que el abdomen se hinche un poco. De todas formas, sus efectos secundarios se atenúan una vez finaliza el tratamiento.
Sí, según el formato utilizado, una vez hecha la mezcla de Gonal-f o una vez empezada la pluma, el fármaco debe guardarse en la nevera.
Por otra parte, si el medicamento no está empezado, puede mantenerse sin problemas a temperatura ambiente sin sobrepasar los 25º y, preferiblemente, dentro de su embalaje original protegido de la luz.
No, la prostatitis no es una enfermedad contagiosa y tampoco es considerada como enfermedad de transmisión sexual. Sin embargo, la inflamación de la próstata sí que puede ser un síntoma derivado del contagio por una ETS.
En principio no existe ningún problema en mantener relaciones sexuales, pues esta patología no lo impide fisiológicamente hablando. La posibilidad de mantenerlas dependerá del grado de dolencia que padezca el hombre como consecuencia de la infección.
No hay evidencias clínicas de que la prostatitis cause impedimentos para conseguir la erección, ya que esta glándula participa en la eyaculación pero no en la erección.
La consecución de la erección no depende del funcionamiento de la próstata, sino de una buena vasodilatación y de un correcto funcionamiento del sistema nervioso y hormonal en el hombre.
A pesar de que su efecto es menos evidente, el estrés puede ser causa de prostatitis, especialmente en casos asintomáticos donde la infección no deriva de un organismo patógeno.
Durante épocas estresantes se tiende a presentar mayor tensión muscular que puede afectar a la zona del suelo pélvico y favorecer la retención de orina.
A pesar de que puedan aparecer molestias al orinar, no, la prostatitis no es lo mismo que un infección de orina, pues la prostatitis afecta a la próstata mientras que en la infección de orina se ven afectadas las vías urinarias.
La prostatitis es la infección urogenital más frecuente en el varón y aunque es común su aparición en hombres de mediana edad, también puede hacerlo en hombres jóvenes.
A partir de edades más tardías la dolencia prostática más común suele ser el agrandamiento benigno de la próstata.
No, en caso de que el índice de masa corporal sea inferior a 25 no es necesario bajar de peso. Si la mujer ya está delgada, bajar de peso podría incluso empeorar la situación.