Ginefiv responde a nuestros lectores
No existe una edad límite para los varones al realizar un tratamiento de fertilidad. Los hombres, a diferencia de las mujeres, no tienen una edad donde drásticamente se termine la fertilidad.
Los parámetros del semen como la concentración, la movilidad, la morfología o el volumen disminuyen gradualmente con el paso del tiempo. Otros parámetros del semen como la fragmentación del ADN tienden a aumentar conforme pasan los años.
En general, todos estos cambios en el semen y las enfermedades asociadas a la edad afectan la fertilidad y a los resultados de los tratamientos de reproducción. Sin embargo, en principio, no hay un límite de edad donde se desaconseje realizar tratamientos de fertilidad en los varones.
La microbiota es el conjunto de bacterias o microorganismos que se encuentran en diversos órganos de los seres humanos. Estos organismos viven en un equilibrio, con funciones específicas y su presencia en niveles adecuados es muy importante para nuestra salud.
La microbiota varía mucho entre mujeres y parece que es diferente de acuerdo a las fases de la vida de una mujer. En principio la vagina y el endometrio están poblados principalmente por lactobacillos.
Diversos factores como el uso de anticonceptivos, niveles hormonales, antibióticos, etc. pueden modificar esta microbiota y alterar el balance.
Las alteraciones en el microbiota endometrial y en especial la presencia de bacterias patógenas se asocian a mayor tasa de abortos y fallos de implantación.
Existen tests endometriales que pueden detectar alteraciones en la microbiota endometrial y la presencia de bacterias patógenas que producen infecciones dentro del endometrio. La identificación de alteraciones y su tratamiento con probióticos o antibióticos parecen tener un efecto positivo sobre la tasa de embarazo de forma natural o durante un tratamiento de fertilidad.
Es necesario realizar más estudios para determinar el real impacto de la microbiota en la fertilidad pero la información médica actual apunta a que es muy importante.
Para la correcta función de la fertilidad masculina es imprescindible una estimulación hormonal normal para lograr la formación correcta de espermatozoides y función sexual normal. Son diversas las hormonas que participan en la función endocrina masculina y el equilibrio entre ellas es fundamental.
Existen enfermedades o alteraciones hormonales que pueden afectar la fertilidad masculina por lo cual es importantísima una adecuada valoración hormonal en las situaciones de esterilidad masculina.
Las enfermedades endocrinas que afectan la fertilidad en el hombre son múltiples, pero las más comunes son hipogonadismo hipogonadotrofico, hiperplasia androgénica benigna y disfunciones hipotalámicas. Otras como obesidad y la elevación de la prolactina también tiene un papel importante en la esterilidad masculina. La mayoría de estos trastornos tienen tratamiento médico con una respuesta muy buena, siendo posible en la mayoría de los casos recuperar la fertilidad y lograr una gestación.
Para las mujeres que tienen ciclos menstruales regulares y de una duración normal, sería poco probable que la ovulación ocurriera durante el sangrado menstrual. Sin embargo, ésto podría suceder en alguna ocasión puntual.
El embarazo molar es una complicación poco frecuente del embarazo en la cual el tejido trofoblástico (que en un embarazo estándar forma la placenta) prolifera de manera anormal.
El embarazo molar es una enfermedad de comportamiento benigno en la mayoría de los casos, pero puede dar lugar a la neoplasia trofoblástica gestacional que tiene características malignas.
La forma más habitual de embarazo molar es la mola hidatiforme que puede ser completa o parcial. En la completa se trata únicamente de tejido placentario anormal y en la parcial existe además tejido fetal. La parcial tiene un comportamiento benigno la mayoría de las veces y solo se hace maligna en 4% de los casos, mientras que la completa lo hace hasta en el 20%. Posterior al tratamiento del embarazo molar se debe seguir un seguimiento estricto con controles frecuentes por un periodo largo, pues en algunos casos la enfermedad puede persistir y dar lugar a la neoplasia trofoblástica gestacional que puede tener diferentes grados de malignidad y dar lugar a tumores.