La inseminación artificial (IA) es una técnica reproductiva de baja complejidad. Se trata de introducir una muestra de semen, previamente capacitada en el laboratorio, en el interior del útero de la mujer.
Algunos de los requisitos para optar a una IA es que el semen tenga una calidad suficiente y que el recuento de espermatozoides móviles (REM) sea superior a 3 millones. Si el REM es inferior a este valor, será necesario recurrir a la fecundación in vitro (FIV).