En el embarazo también ocurren algunos cambios fisiológicos a nivel músculo-esquelético. Según aumenta el volumen del abdomen, la mujer debe cambiar su postura para compensar y mantener el equilibrio y, por ello, hay un cambio en el centro de gravedad.
Además, la relaxina es una hormona que prepara a la mujer para el aumento de tamaño del útero y para el parto, haciendo que articulaciones y ligamentos de la pelvis estén más relajados y laxos. Sin embargo, la embarazada puede notar cierta inestabilidad.
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Por Silvia Azaña Gutiérrez (embrióloga).
Última actualización: 10/06/2024