Los primeros incubadores para cultivo embrionario eran de gran tamaño y los embriones de todos los pacientes se almacenaban en el mismo espacio. Por ello, cuando se tenían que extraer los embriones de una paciente para visualizarlos al microscopio o para hacer la transferencia, las condiciones de temperatura y de gases se alteraban de forma transitoria, y esto podía afectar a todos los embriones.
Más recientemente se han desarrollado los incubadores tipo “benchtop” o “sandwichera”. Éstos cuentan con compartimentos individualizados para cada paciente, de forma que la apertura de uno no afecta a los demás. Además, las condiciones de cultivo son mucho mejores que con los primeros incubadores, ya que trabajan a bajas presiones de oxígeno, por lo que imitan mucho mejor las condiciones del cuerpo humano.
La diferencia de estos incubadores con el Embryoscope® u otros tipos de incubadores time-lapse, es que éstos no tienen una cámara incorporada, por lo que si se desea monitorizar el desarrollo de los embriones es necesario extraerlos del incubador para mirarlos al microscopio.
