La incidencia del cáncer testicular suele afectar, principalmente, a varones de edades comprendidas entre los 15 y los 40 años. Cada vez es menor la tasa de mortalidad de este cáncer, pero es cierto que los tratamientos oncológicos ponen en peligro la salud reproductiva del varón.
La mayor parte de los tumores en el testículo tienen lugar en las células donde se producen los espermatozoides. Esto explicaría el posible daño en la fertilidad masculina.
En un 40% de las ocasiones, el tipo de cáncer testicular suele ser un seminoma. Esos tumores crecen lentamente y no es habitual que se propaguen a otro lugar del cuerpo. Además, hay que diferenciar entre seminoma clásico y el espermatocítico. Este último subtipo de tumor suele ser más frecuente en hombres de edad avanzada; mientras que el seminoma clásico surgen en hombres jóvenes.