Los riesgos más frecuentes de un tratamiento de fecundación in vitro (FIV) suelen estar causados por la fase de estimulación ovárica, punción folicular y transferencia embrionaria. Sin embargo, los tratamientos de fertilidad suponen un camino de fondo que, a muchas personas, le termina causando estrés y ansiedad. Además, la FIV también puede suponer un desgaste económico para los pacientes puesto que, a veces, se necesitan varios ciclos hasta conseguir el embarazo.
Otro de los problemas de la FIV es que es posible que se tenga que cancelar. Por ejemplo, puede ocurrir que no se obtengan embriones viables para la transferencia o que la respuesta a la medicación hormonal no sea la deseada.
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Por Dra. Victoria Rey Caballero (ginecóloga), Marta Barranquero Gómez (embrióloga), Silvia Azaña Gutiérrez (embrióloga) y Zaira Salvador (embrióloga).
Última actualización: 09/05/2023
