El principal consejo para cuidar la piel delicada del bebé frente a los rayos solares es reducir el tiempo de exposición a los mismos. Cuando menos tiempo esté el bebé al sol, menos peligro de dañar su piel.
Sin embargo, hay veces que no se puede evitar la exposición al sol. Por ello, es necesario limitar el tiempo de exposición y evitar las horas centrales del día donde la intensidad del sol es bastante elevada.
Otra recomendación para proteger al bebé del sol es utilizar cremas protectoras, aunque se debe consultar previamente con el pediatra si son seguras.
Por último, pero no menos importante, es fundamental mantener al bebé perfectamente hidratado. Su cuerpo contiene una elevada cantidad de agua y corre más peligro de deshidratación si tiene calor.