La mayoría de bebés suelen perder el lanugo durante la semana 39-40 de embarazo. Este fino vello se va desprendiendo dentro de la cavidad uterina y se mezcla con el líquido amniótico.
Es posible que el feto trague algo de líquido amniótico al final de la gestación, pero no es grave puesto que se liberará a través de la orina. Además, el lanugo que se cae formará parte del meconio, es decir, de la primera evacuación de heces del bebé tras el parto.
Puedes leer el artículo completo en: ¿Qué funciones tiene el lanugo o falso vello en el recién nacido? ( 79).
Por Clara Miret Lucio (farmacéutica y embrióloga) y Marta Barranquero Gómez (embrióloga).
Última actualización: 01/12/2022