La mayoría de las veces que se pospone la maternidad se debe a la necesidad de conseguir un estatus ideal y ofrecerle así al futuro bebé todas las comodidades que necesite. No obstante, puede pasar que, en el momento de suceder esto, la mujer se encuentre con la gran decepción de no poder tener hijos con sus propios óvulos debido al envejecimiento ovárico.
Muchas de estas parejas necesitarán asistencia psicológica para asimilar esta situación y decidir si quieren realizar una ovodonación para convertirse en padres. Para muchos pacientes es bastante complicado tener que renunciar a su carga genética para tener un bebé, pero al final sentirse madre es totalmente independiente de la genética. En este aspecto, el apoyo psicológico juega un importante papel en los tratamientos de reproducción asistida.