No existe un nivel aceptable o de seguridad de qué cantidad de alcohol puede tomar una embarazada. Por este motivo, lo recomendable es no tomar nada de alcohol cuando se está embarazada e, incluso, mientras se está buscando la gestación.
En el caso de tomar alcohol durante el embarazo, este puede llegar desde la sangre materna a la sangre del bebé por la placenta y perjudicar así su desarrollo. De este modo, el alcohol puede causar los trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF), entre los cuales el síndrome alcohólico fetal es la forma más grave.
Puedes leer el artículo completo en: ¿Qué es el síndrome alcohólico fetal y cuáles son sus síntomas? ( 89).
Por Marta Barranquero Gómez (embrióloga) y Silvia Azaña Gutiérrez (embrióloga).
Última actualización: 28/04/2023