Los últimos meses o semanas de embarazo pueden resultar verdaderamente incómodos o molestos para la embarazada, por lo que acudir al trabajo o realizar su actividad laboral habitual puede suponer un esfuerzo excesivo que puede poner en riesgo su salid y la del feto. En esta situación, es recomendable solicitar la baja por embarazo para evitar posibles complicaciones.
Sin embargo, hay trabajos que suponen riesgos laborales debido a la exposición a agentes físicos, químicos o biológicos. Por ejemplo, si la trabajadora embarazada debe cargar objetos pesados de manera recurrente y durante mucho tiempo, lo común es que el médico le proporcione la baja laboral antes que si su trabajo no implica este esfuerzo. Del mismo modo, si, por ejemplo, la embarazada trabaja en un laboratorio, es enfermera o está expuesta a cualquier agente biológico y/o químico, también recibirá la baja laboral por embarazo antes.