Los espermatozoides que han iniciado la apoptosis están destinados a morir. Por tanto, estos espermatozoides seguramente no darían lugar a un embrión viable si se utilizan en las técnicas de reproducción asistida (TRA). Debido a ello, se ha desarrollado un método para descartar los espermatozoides apoptóticos de una muestra seminal antes de usarlos en TRA, la técnica MACS.
Uno de los primeros cambios que sufren los espermatozoides que han iniciado la apoptosis es la externalización de la fosfatidilserina. De esta manera, detectar este cambio en la membrana de los espermatozoides apoptóticos permitiría diferenciarlos de los espermatozoides sanos y es justamente lo que hace la técnica MACS. Para ello utiliza la anexina V (una proteína que se une con gran afinidad a la fosfatidilserina) y campos magnéticos.
