Las mujeres que padecen esclerosis múltiple, una enfermedad neurodegenerativa, pueden ser madres sin problemas. Esta enfermedad no causa alteraciones de la fertilidad ni en hombres ni en las mujeres y, por tanto, el embarazo es posible.
Sin embargo, es importante planificar la gestación, ya que los tratamientos farmacológicos utilizados para la esclerosis múltiple están desaconsejados durante el embarazo. Además, una ventaja del embarazo para las pacientes de esclerosis múltiple es que es una situación de protección. Por tanto, durante el embarazo, la mujer no tendrá brotes de la enfermedad.
En cambio, cuando se produzca el parto, existe mayor riesgo de que ocurra un brote. Es por ello por lo que se debe comenzar cuanto antes con el tratamiento inmunomodulador pese a que no sería posible la lactancia materna.