El síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO) es una posible complicación que puede aparecer en aquellas mujeres que se someten a un tratamiento de reproducción asistida y, en especial si es una fecundación in vitro (FIV). El motivo principal son las elevadas dosis hormonales que se administran las pacientes para la estimulación ovárica y la producción múltiple de folículos. En la actualidad, el SHO se clasifica en 3 tipos según su severidad.
En primer lugar, el SHO leve es la forma menos grave para la mujer. Este tipo de SHO se caracteriza por un ligero incremento del tamaño ovárico y de los niveles de estradiol y progesterona en sangre.
En segundo lugar, una mujer con SHO moderado presentará los mismos síntomas que en el SHO leve, pero también mostrará un aumento del abdomen por la acumulación de líquido.
Por último, el SHO grave puede suponer un peligro para la salud de la mujer. Sin embargo, este tipo de SHO es el menos habitual, ya que la paciente estará controlada en todo momento por los especialistas para evitarlo. En cualquier caso, el SHO grave se caracteriza por niveles elevados de estradiol y progesterona, ovarios de gran tamaño, aumento abdominal, alteración del hígado y de los riñones e incluso se pueden desencadenar procesos trombóticos.