Infecciones respiratorias en niños

Por (embrióloga).
Actualizado el 12/11/2015
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Una de las causas principales por las que los padres acuden con sus hijos al pediatra es como consecuencia de algún tipo de infección respiratoria.

Los niños suelen padecer varios de estos episodios al año y, por eso, es recomendable la visita al especialista.

A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.

Tipos de infecciones

Entre los síntomas más habituales de este tipo de infecciones se encuentran la tos, la fiebre o las dificultades respiratorias de los pequeños. Algunos estudios, apuntan a que, en ocasiones se produce un abuso del uso de antibióticos en el tratamiento de éstas, especialmente, cuando se trata de niños. No obstante, es necesaria la visita al especialista para que sean diagnosticadas y tratadas correctamente.

Las infecciones de las vías respiratorias pueden ser clasificadas en función de que se sitúen en las vías respiratorias superiores, medias o inferiores.

En las vías respiratorias superiores

Las infecciones en las vías respiratorias superiores más comunes son otitis, sinusitis y rinofaringitis o catarro común entre otras:

  • Otitis: La otitis (infección en el oído) puede ir acompañada de fiebre. En los recién nacidos, menores de seis meses, se recomienda un tratamiento analgésico, antibiótico con amoxicilina o incluso drenajes transtimpánicos en función de la gravedad de sus síntomas. Algunos de los indicadores para conocer la presencia de otitis en el pequeño pueden ser que se toque insistentemente las orejas, llore más de lo normal, coma menos de lo habitual, tenga problemas en el sueño o como hemos apuntado, la aparición de fiebre.
  • Sinusitis: La sinusitis, por su parte, puede presentar síntomas de cefalea, rinorrea e incluso fiebre, así como la ocupación de los senos paranasales (cavidades en el interior de la cabeza). En ausencia de rinorrea, estos niños pueden tener la nariz tapada y les huele mal el aliento.
    El tratamiento que se le aplica suele ser amoxicilina. Normalmente, se da en los meses más fríos de invierno y frecuentemente, tras haber padecido un resfriado. La sinusitis puede ser aguda (una vez aplicado el tratamiento adecuado no dura más de cuatro semanas), subaguda (no se cura en el momento de ser tratada inicialmente y puede alargarse hasta tres meses) o crónica (los síntomas persisten más de tres meses).
  • Rinofaringitis o catarro común: La rinofaringitis o catarro común presenta síntomas que pasan por la congestión nasal, estornudos, la tos o el aumento de mucosidad. También puede ir asociada a la bronquitis. No tiene porque ir acompañada de fiebre. Se trata, básicamente, de una infección de las vías respiratorias nariz, garganta, laringe y también oído.

En las vías respiratorias medias

Infecciones en las vías respiratorias medias, entre las más comunes se encuentran la laringitis, traqueítis, bronquitis y bronquiolitis:

  • Laringitis: La laringitis afecta, como su propio nombre indica, a la laringe y suele ser habitual en niños de entre seis meses y tres años. Es una infección de tipo vírica frecuente en los meses de otoño e invierno. La tos es el síntoma más evidente en esta dolencia y también puede ir acompañada de fiebre. El tratamiento dependerá de la gravedad de cada caso y de la dificultad respiratoria del paciente. Algunas de las recomendaciones son la ingesta de líquidos, el reposo y el control de la temperatura.

    Dentro de la laringitis hay dos entidades muy serias que ponen en peligro la vida de los niños, cómo son la epiglotitis y el crup. Ambas son difíciles de distinguir entre sí. Causan gran dificultad respiratoria, siendo una respiración muy ruidosa (con pitos) acompañada de una gran intranquilidad y de un importante trabajo muscular para poder respirar que en ocasiones, llega a agotar a los niños. El tratamiento requiere aerosoles de adrenalina racémica y algunas veces de intubación y conexión a un respirador artificial. Afortunadamente, en la mayoría de los casos responde muy bien en 3 ó 4 días y los niños son extubados sin secuelas.

  • Bronquitis: La bronquitis, por su parte, provoca en el pequeño tos, fiebre, estornudos y en su episodio más grave, puede ser causa de neumonía. El niño puede contraer hasta seis episodios de bronquitis a lo largo del año. El tratamiento suele requerir beber abundante líquido y si se trata de una infección de tipo bacteriano, puede requerir tratamiento antimicrobiano y en los casos de mayor gravedad incluso antivíricos. La bronquitis puede ser aguda (de corta duración) o crónica (larga duración). Para determinar si es crónica se debe observar la cantidad de días que el pequeño tiene tos con mucosidad a lo largo del mes.

    En la mayoría de los casos, aparece como consecuencia de algún catarro. El tratamiento no tiene porque consistir en antibióticos, de nuevo es aconsejable el paracetamol, beber mucho líquido, descansar y en caso de que los padres sean fumadores, no fumar en ningún caso en presencia del pequeño. Suele aplicarse un tratamiento específico en función de la sintomatología, si la infección es bacteriana puede ser necesario un tratamiento antimicrobiano y en los casos más graves, puede requerir antivíricos.

  • Bronquiolitis: La bronquiolitis por virus respiratorio sincitial es frecuentísima en niños muy pequeños, menores de dos años, y simula un episodio de asma. También es frecuente en los meses más fríos del año. Algunos de los factores que la causan pueden encontrarse en la falta de lactancia, por exposición al humo del tabaco o por tratarse de un bebé prematuro entre otras causas. El niño suele estar irritable y puede mostrar síntomas como tos, fiebre o repiración rápida. Se cura muy rápido y a veces no requiere de tratamiento. De nuevo se recomienda líquido y reposo para su mejora.
  • Traqueítis: La traqueítis es una infección de la tráquea cuyos principales síntomas son la tos, fiebre alta, dificultad respiratoria y estridor. El tratamiento puede consistir en colocar una sonda al niño para facilitar su respiración y se aplicará también un tratamiento a base de antibióticos.
  • En las vías respiratorias inferiores

    Infecciones en las vías respiratorias inferiores: se trata de una de las primeras causas de hospitalización en niños, especialmente, en menores de dos años. La neumonía es una de las más frecuentes. Algunos de los factores que la determinan son la edad del paciente, como hemos dicho suele darse en niños menores de dos años, es más común en bebés de tres semanas a cuatro meses, otro factor importante es la alimentación, la época del año y la presencia de otras enfermedades subyacentes. El recién nacido puede adquirirla como consecuencia de una infección transplacentaria o por bacterias a través del torrente sanguíneo de la madre.

    Estas son sólo algunas de las infecciones respiratorias más frecuentes en niños, algunas de ellas pueden incluso causar algún episodio de asma en el pequeño. El asma es uno de los casos más frecuentes de urgencias pediátricas. No siempre es sencillo diferenciar entre infecciones respiratorias ya que algunas de ellas comparten síntomas, por ello, es siempre recomendable la visita al pediatra con el fin de aplicar un tratamiento adecuado en cada caso.

    No obstante, existen algunas recomendaciones básicas, algunos consejos a tener en cuenta a modo de prevención como por ejemplo, evitar los cambios bruscos de temperatura y especialmente, el clima frío o cuidar la alimentación del pequeño.

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